¿Por qué llora el ser humano?

¿Por qué llora el ser humano? EL LLANTO “DRENA” LA ENERGÍA DE LAS EMOCIONES

Leonor BONILLA T.- Lo hizo la actriz Halle Berry al ganar un Oscar, el dúo Víctor y Shire al obtener el Casandra. Lo hacen los niños cuando sienten hambre, sueño o carencia de afecto. El llorar, es un acto tan humano como reír, aparece ante gran variedad de situaciones y en torno a él se hacen preguntas cuyas respuestas se limitan, por el momento, a puras teorías. ¿Por qué llora el ser humano? ¿Por qué el llanto viene asociado igualmente al dolor y a la alegría? ¿Es bueno o malo llorar? El llanto es la forma más rápida de drenar la ansiedad, la energía que está corriendo por tu cuerpo.

No todos saben manejar adecuadamente el nerviosismo, tristeza, presión, angustia o impotencia. Pero también hay quienes lloran en los momentos en que se supone que deberían saltar de alegría.

Las personas que lloran porque recibieron una gran alegría son personas que por muchos años han reprimido tristezas y a pesar de lo liberador y catártico que resulte, siempre detrás del llanto hay un poco de sufrimiento.

Puede ser que antes de un éxito hubiera gran esfuerzo, rechazo o críticas. Todo se va acumulando y sale a flote cuando se alcanza la meta. Las connotaciones sociales del llantoEl llanto emocional se considera un acto único del ser humano. Pero no todo el mundo tiene la lágrima fácil.

Hay hombres que, cuando lloran, sienten después mucha rabia, porque entienden que el llanto es debilidad y en nuestros países no se acepta que un hombre sea frágil. ¿Qué es lo que más escuchamos? ‘Los hombres no lloran’, cosa que no es real, porque sí es bueno llorar cuando sientes rabia, impotencia, resentimiento, alegría, cuando extrañas a alguien o a algo.

Estudios llevados a cabo por el bioquímico William Frey, del St. Paul-Ramsey Medical Center de Minneapolis, y autor del libro “Llorar: el misterio de las lágrimas”, comprobaron algo que muchos saben por experiencia de toda una vida: que los hombres no lloran tanto como las mujeres; ellos lo hacen, en promedio, cuatro veces menos que ellas y, aunque pudiera pensarse lo contrario, esto -según las investigaciones- no se relaciona directamente con los procesos hormonales por los que las féminas atraviesan constantemente.

¿Condición inherente a la masculinidad o condicionamiento social y cultural? Todavía está por verse. Lo cierto es que la imagen del hombre que debe permitirse llorar no sólo los condiciona a ellos, sino también a las mujeres.

Pero ¿por qué, así como los hombres lloran menos que las mujeres, unas personas lloran más o menos que otras? ¡Hay personas a las que simplemente no las enseñaron a llorar! EN LA FAMILIACONDUCTA APRENDIDA:

! Llorar ayuda a liberar las emociones!

Una madre, muy segura, le decía a su hija que si su novio la abandonaba lo podía llorar, pero, pasadas dos semanas, debía secarse las lágrimas y olvidar. La lección, aunque la madre no lo entendiera así, podría quedar en el inconsciente de la chica. Con su consejo, esta madre pasa por alto un aspecto básico de la vida: la individualidad. Así como cada ser humano es diferente, no todos se recuperan igual de un dolor.

Asimismo, el que los niños, a medida que crecen, tiendan a llorar menos, hasta volverse adultos que casi no lloran o lo hacen sólo en privado, tiene su génesis en los condicionamientos del medio social.

En la familia donde el llanto es un acto natural, la persona aprende a llorar delante de cualquiera, pero en la familia cerrada, en cuyo seno no se pueden mostrar las emociones, el individuo busca escape en conductas como tomar alcohol, salir todo el tiempo de juerga, trabajar en exceso, dormir mucho o llorar en lo oculto.

Hay personas que duran toda la vida deprimidas y no lo saben. Son personas que, en cualquier tipo de situación, viene el llanto”. ¿Qué hacer cuando alguien a su lado llora? Respetar a esa persona, acompañarla y nunca decirle “No llores”.

A las personas que lloran con frecuencia y sin razón aparente, les recomiendo un ejercicio liberador: escribir, no importa qué. Basta con tomar lápiz y papel en blanco y comenzar a narrar las cosas que sucedieron durante el día. El subconsciente “es como un baulcito que guarda los recuerdos y deja salir las emociones pero no el recuerdo”; puede haber una depresión cuya causa hay que indagar para trabajarla y sanarla.

Y es que el llanto se usa mucho en terapia sicológica. No es que un terapeuta haga llorar a su paciente, sino que el paciente llora porque, en consulta, entra en contacto con su niño interior, con un yo frágil, sensible, que muchas veces no quiere ni salir, porque tiene miedo a ser descubierto.

Las lágrimas afloran con mayor facilidad cuando el ser humano pasa por un momento de vulnerabilidad: tras una muerte, una separación, el nacimiento de un hijo... Llorar es bueno. Simplemente es una forma de comunicar lo que estamos sintiend. De llanto infantil a sugestión adulta:

Como una forma de comunicación. Así inicia el llanto en la infancia. Aunque, en realidad, los bebés no derraman lágrimas hasta los dos meses de vida, desde su nacimiento, éstos gritan para hacer saber a los adultos que tienen hambre, sueño, que se sienten mal, que necesitan atención y compañía. Ese llanto, sin embargo, puede, con el paso del tiempo, convertirse en una forma de manipulación. Entre los dos y cinco años, cuando el niño se está empoderando, llora para que sus padres complazcan sus deseos y, si los padres caen, el niño aprende que el llanto le ayuda a obtener sus caprichos.

¿Qué hacer cuando una persona llora? Respetar a esa persona, acompañarla y nunca decirle

“No llores” Lo que deben hacer los padres es poner límites a los hijos, dejarles saber quién tiene la autoridad. Si tu hijo te está manipulando, simplemente, no caigas. De no frenar esta conducta, el niño pasará de las rabietas y pataleo a la manipulación adulta. ¿Cómo saber que un adulto llora para manipularlo o por arrepentimiento? El manipulador, automáticamente consigue lo que quiere, vuelve a su conducta pasada; quien llora por arrepentimiento, cambia su forma.

©Leonor Bonilla Toribio. Envia tu comentarios a: leonor.bonilla@free.fr http://www.librosenred.com/ilusionesdeamor.asp

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