viernes, 22 de febrero de 2008

10 Años de Divina Existencia

10 Años de Divina Existencia El 31 de mayo de 1997 se formó su extraña existencia. El 22 de febrero de 1998 abrió sus ojos dulces. Campanas y canciones, se escucharon a su llegada, un grave silencio: Por algo que faltaba. ¡Los pañales y las flores! ¡Los dulces y las azucenas! ¡Los zapatitos bien bordados! ¡Las mediecitas de ceda! La alegría y el dolor, juntamente caminaban y la madre con amor, a su hijo besaba. Era hermosa la alegría, que a mi vida había llegado y di por terminado, mi mundo desolado. Hoy se cumplen ya 10 años, que el destino colmo mi vida de bendiciones 10 años que con divina ternura, cuido con celos y anhelo El regalo más precioso que con premura ilusión. Un día en mi vientre alguien planto. 10 años que de golpe aprendí a ser mujer y al mismo tiempo madre por primera y única vez 10 años que gracias a ti hijo de mis entrañas, el alba se levanta a lo lejos del horizonte e ilumina mi vida cada mañana. Dando una nueva excencia a mi vida y llenando cada escombro, cada rinconcito vacío… De olores, de pétalos y de flores pero sobre todo de esperanza. Sin ti pétalo mío... nada dejara al partir; pero viniste justo cuándo, empezaba a morir. Vida nueva con tu llegada, valores muertos han renacido y una fragancia intensa, que se siente a los lejos. Hijo mío, ¡arroyo claro, pétalo hermoso! ¡Fruto de flor marchita! Eres un lucero de luz infinita, que ha iluminado mi vida. ¡Hijo de mi entraña! ¡Pétalo hermoso, arroyo claro! Fruto de flores muertas, en tus 10 años que mas puedo decirte Que cumpla muchos años mas, lleno de felicidad y que haga de mis pétalos marchitos… ¡Un hermoso rosal! Que mi amor por ti es tan inmenso que no existen versos ni palabras para describirlo, pero si existe un lugar donde tengo un tesoro guardado, el cual puede testificar de todo el amor que yo siento por ti y es por eso que hoy, en tu décimo aniversario la llave de mi corazón te voy a regalar. Feliz Cumple Años Esmil, Mi Pequeño Gigante Tu madre que te ama y con la que siempre puedes contar: Leonor Bonilla T.